ANTÍGONA
Esta es una obra cumbre de Sófocles, que fue escrita en el siglo 8 a.C, es una tragedia griega representada por primera vez en el año 422 a.C; en esta obra se presentan dos dilemas; el deber familiar, mantener el respeto a las normas religiosas y no decaer con los principios morales, y el deber civil, cumplir con toda norma impuesta por el estado gobernante.
Antígona es hija de Edip y Yocasta, y hermana de Ismena, Eteocles y Polinices; Antígona acompañó a su padre al exilio de la ciudad, después de la revelación que lo mantenía culpable de toda desgracia atraída a la ciudad tras nombrarlo rey, esta volvió a la ciudad, donde le esperaban dos cuestiones que podrían llevar a ella y su família a la peor de las condenas.
Y es que, tras la muerte de Edip, ¿Quién de los dos hermanos iva a gobernar la ciudad? Ya que se daba por hecho que una mujer no podría mantener un cargo de tanta importancia. Fueron Polinices y Eteocles quienes decidieron que se turnarían el cargo, pasado un año el poder caería a manos del otro.
Cumplido el tiempo en el trono, Eteocles decide no abandonar su puesto, Polinices ofendido, decide formar un ejército y reclamar lo que es suyo, finalmente los dos hermanos mueren y el peso de la ciudad desamparada cae sobre Creont, hermano de Yocasta.
Ya coronado como rey, este decide enterrar dignamente a Eteocles, y dejar el cuerpo insepulto de Polinices, quien habia 'traicionado' a la patria, solo por exigir lo que era suyo. Los honores fúnebres tenían gran importancia para los griegos, porque aquella alma que no pasara al Hades estaba condenada a vagar eternamente por la tierra.
Pero Antígona no pensaba dejar que la humillación cayera sobre las espaldas de su hermano ya fallecido. Ideó un plan, enterraría el cuerpo sin vida de su hermano y le daría el final que se merece, se lo contó a Ismena, pero esta respetaba o más bien temía las leyes que se imponían, aparte de que a esta família le perseguía la maldición de los Labdacides, por eso preferia mantenerse al margen de problemas sociales.
Después de que Creont se enterara de que habían enterrado el cuerpo de Polinices se puso furioso, y ordenó que se buscara un culpable, o el mensajero mismo de este disgusto pagaria las consecuencias, lapidación pública, donde el pueblo mismo mataría al culpable de esta traición.
Descubrieron a Antígona y la llevaron junto a Creont, dignamente no negó el haber realizado tal acto, pues ella anteponía su honestidad hacía su hermano que el deber a la patria. Ismena de alguna manera quiso que tambien la culparan porque no quería quedarse sola en el mundo, pero Antígona desmintió esa afirmación y salvó a su hermana de la muerte, aunque fuera eso lo que quería.
Creont dictó que enterraran a Antígona viva, separandola de cualquier vínculo, pero ella se iva a casar con Hemon, hijo de Creont, quien había amenazado a su padre con que la muerte de Antígona se llevaría a alguien más por el camino.
Este hizo burla de cualquier comentario o crítica hacía su acción, incluso si venia de su hijo. Antígona ya había sido sepultada cuando llega a palacio Tiresias, un vidente que nunca había fallado en sus predicciones y le dijo a Creont que esta orden llevaría a la ciudad a la peor de las desgracias.
Preocupado pidió consejo al Corifeo, quien le asesoró desenterrar a Antígona y darle entierro digno a Polinices.
Se le proporcionó la muerte digna que necesitaba Polinices, pero para Antígona fue tarde, pues esta había decidido finalizar su sufrimiento ahorcándose, Hemon al entrar en la cueva y ver su cuerpo colgado desempuñó la espada y atacó contra la vida de su padre quien estaba en la puerta de la cueva, pero falló y Creont no sufrió ningún daño. Hemon quiso morir al lado de Antígona y se clavó media espada mientras dejaba caer sus brazos sobre la cintura de Antígona, abrazándola para toda la eternidad.
Creont vuelve a la ciudad muerto en vida, donde para rematar su sufrimiento Eurídice se suicida al enterarse de la muerte de su hijo. Creont destrozado a causa de la necedad de sus palabras finalmente se da cuenta del error que ha cometido al haber decidido mantener sus obligaciones soberanas a cumplir con las leyes divinas.
Y aquí acaba la obra, personalmente me ha gustado bastante; pienso que esta muy bien enlazada y da mucho que hablar. Representa el valor de oponerse a las leyes, aún siendo mujer, Antígona prefirió pagar con su muerte el honor de su hermano, pues tiene que pasar más tiempo en el inframundo que en la tierra y mejor tener contentos a los de abajo que someterse a los de arriba.
Entonces, ¿que debemos hacer? Sería un poco como morir de pie o vivir de rodillas, hacer lo que de verdad quieres dejando llevar tu vida por impulsos, sin importar las consecuencias que conlleve? ¿O tener que vivir sometidos con algo que no nos deja dormir por las noches?
Gràcies per aquesta entrada.
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